Entrevista con Fernando Summers Gil, CEO de Bolsa Social: Trazando el camino hacia una inversión más impactante

En esta entrevista, exploramos la génesis y evolución de Bolsa Social, la primera plataforma de crowdimpacting en España, a través de una conversación con su CEO, Fernando Summers Gil. Desde sus inicios en 2015 como una plataforma de crowdfunding para proyectos de impacto, Bolsa Social ha evolucionado para abarcar no solo el equity crowdfunding, sino también el crowdlending, incorporando diversos inversores profesionales al ecosistema.

A lo largo de los años, hemos pasado de ver este tipo de proyectos con cierto escepticismo a reconocer la seriedad y viabilidad económica que muchos de ellos poseen. Fernando comparte cómo la plataforma ha contribuido al cambio de percepción sobre los proyectos de impacto, desmitificando la noción de que son caros o no rentables. Además, destaca los planes futuros de Bolsa Social, incluyendo la expansión a Portugal, aspirando a crear una Bolsa Ibérica sin fronteras, donde inversores españoles y portugueses puedan contribuir a proyectos en ambos países.

Con esta entrevista, Fernando ofrece una visión muy interesante de la trayectoria y el propósito de Bolsa Social en la transformación del panorama de inversión hacia proyectos social y medioambientalmente impactantes.

Green News (GN): ¿Cómo surgió la idea de crear Bolsa Social y cuál fue la motivación detrás de establecer la primera plataforma en España de crowdimpacting?

Fernando Summers Gil (FSG): La Bolsa Social es una plataforma de intermediación de financiación de proyectos de impacto que surgió inicialmente en 2015 como una plataforma de crowdfunding, es decir, crowdinvesting por parte de usuarios particulares. 

Empezamos, sobre todo por proyectos de equity, o sea, que buscaban socios de inversión en el capital. A lo largo de los años, hemos evolucionado, para incluir también el crowdlending, que ofrece financiación y préstamos a empresas con proyectos de impacto en etapas más avanzadas. Además, hemos ampliado nuestra base de inversores, no solo incluyendo al público en general, sino también a otros tipos de inversores, como profesionales, business angels, family officers, entre otros. 

La labor en la Bolsa Social consiste en gestionar la detección de proyectos que verdaderamente tengan un impacto social o medioambiental, asegurando al mismo tiempo su viabilidad económica, para luego ofrecerlos a inversores.

GN: Crowdfunding es un concepto que, hoy en día, ya estamos muy acostumbrados a escuchar, pero términos como crowd equity, crowdlending o crowd impact no son tan familiares para todos. ¿La Bolsa Social ha tenido siempre estos conceptos en su ADN, o se han desarrollado a lo largo del tiempo?

FSG: El concepto original de la Bolsa Social se centraba en el crowdfunding para proyectos de impacto. Aunque el crowdfunding estaba ganando popularidad en otros sectores, como el inmobiliario, aún no se había aplicado plenamente al ámbito del impacto social y ambiental. Desde el principio, nuestra misión fue enfocarnos en proyectos que generen un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente, de ahí el nombre Bolsa Social. 

Nuestro objetivo era respaldar estos proyectos y combinar los beneficios del crowdfunding, como la amplia difusión y la participación masiva, con la financiación de impacto. Sabemos que este tipo de proyectos a menudo no son los más populares en los canales tradicionales de inversión, que suelen favorecer proyectos industriales o financieros. Sin embargo, creemos que es un error pasar por alto el potencial financiero y el impacto positivo que pueden tener estos proyectos de impacto social, ya que muchas veces ofrecen una rentabilidad atractiva además de generar un cambio significativo en la sociedad y el medio ambiente.

GN: Creo que es importante explicar un poco mejor el concepto del impacto de los proyectos en la Bolsa Social…

FSG: En Bolsa Social, abarcamos tanto el impacto social como el medioambiental. Nos enfocamos en analizar cuidadosamente los proyectos que se presentan para asegurarnos de que cumplan con estos criterios. Esto implica que los proyectos deben tener una clara teoría del cambio, estar respaldados por una serie de KPIs (indicadores clave de desempeño) que demuestren el impacto que están generando y que este impacto esté intrínsecamente ligado a la esencia y definición del proyecto.

Nuestro objetivo es garantizar que los proyectos busquen mejorar de alguna manera el entorno social o ambiental.

Por lo tanto, para nosotros es igualmente importante evaluar esta medición de impacto y asegurarnos de su verificabilidad como evaluar la viabilidad económica del proyecto. Ambos aspectos son fundamentales y un proyecto que carezca de uno de ellos, aunque tenga una sólida viabilidad económica, no cumple con los criterios de Bolsa Social

GN: La creencia común es que los proyectos sostenibles son más costosos. Desde tu perspectiva, ¿consideras que esta es una percepción equivocada? 

FSG: Creo que se tiende a confundir la inversión con la donación. Si bien una parte de la labor social no puede considerarse inversión debido a la falta de retorno, existe un amplio espectro de proyectos sociales o medioambientales que ofrecen sorprendentes rentabilidades, por ejemplo en proyectos de lending se puede alcanzar rentabilidades del 7, 8 o incluso 9%, en equity pueden ser rentabilidades mucho mayores pero con mayor riesgo claro. Estos proyectos no solo buscan abordar problemas de manera puntual, sino que aspiran a ser sostenibles a largo plazo, generando ingresos recurrentes e inversiones continuas. Cuando un proyecto se concibe de esta manera, resulta indudablemente atractivo para los inversores.

GN: ¿Cómo ha evolucionado el mercado desde que comenzaron en 2015?

FSG: Ha cambiado muchísimo porque en el 2015 no lo conocía nadie, ni el crowdfunding y mucho menos el impacto. Sin embargo, en los últimos años, hemos presenciado un aumento significativo en la conciencia sobre el impacto, tanto en la oferta como en la demanda. Antes, la mayoría de los emprendedores buscaban simplemente establecer negocios rentables y legítimos, sin considerar necesariamente el impacto social o ambiental. Hoy en día, cada vez más personas emprenden con la intención de generar un impacto positivo. Del mismo modo, los inversores ahora buscan no solo rentabilidad financiera, sino también impacto social. Esta evolución, impensable hace ocho años, refleja un cambio significativo en la mentalidad empresarial y de inversión. Aunque aún queda un largo camino por recorrer, esta tendencia hacia proyectos que combinan impacto y rentabilidad está ganando fuerza.»

GN: ¿Cuál sería el objetivo al mirar hacia el futuro?

FSG: Siempre decimos que nuestra misión es democratizar el acceso a la inversión de impacto y darla a conocer, de manera que los proyectos lanzados tengan un mercado de financiación lo suficientemente amplio para crecer. Asimismo, los inversores que deseen participar podrán acceder a un importante flujo de proyectos con impacto, además de rentabilidad financiera. En el largo plazo, nos encantaría que esto sea tan relevante como un mercado regulado de inversiones tradicionales, con numerosos proyectos e inversores.

Imaginamos que con eso se crearía una bolsa para proyectos sociales.

A corto plazo, planeamos expandir nuestras operaciones hacia Portugal, estableciendo una Bolsa Social con proyectos e inversores locales.  Hemos completado una ampliación de capital de la  Bolsa Social con un partner portugués, 3xP Global, un fondo en proceso de creación. Nuestro objetivo es que esta Bolsa sea una empresa conjunta, sin limitaciones fronterizas. Queremos crear un espacio donde los inversores portugueses puedan financiar proyectos españoles y viceversa, además de contar con la participación de inversores de ambos países. Creemos que esta asociación será beneficiosa para ambas partes y esperamos comenzar a trabajar con proyectos portugueses en los próximos meses.

GN: ¿Cuál es el mayor reto para vosotros como Bolsa Social?

FSG: En este momento, nuestro mayor desafío es impulsar el crecimiento de la categoría, es decir, llegar a mucha más gente y lograr que comprendan lo que implica la inversión de impacto. Aún es un concepto bastante desconocido para el público en general y nuestro principal reto es cumplir con nuestra misión de democratizar.

GN: ¿Cómo afectan las leyes que están surgiendo a nivel de la Unión Europea, y que España está empezando a seguir, a su modelo y actividad?

FSG: Desde nuestra creación, hemos seguido la regulación española de crowdfunding, y consideramos que es algo positivo, que la haya. En una materia tan sensible como la inversión y la financiación, tener una regulación es crucial para que tanto el inversor como el proyecto se sientan protegidos. Aunque como en cualquier área emergente, aún queda terreno por recorrer en términos de legislación y marco normativo, estamos completamente a favor de la regulación. Creemos que es esencial para proyectos serios, no solo desde la perspectiva financiera, sino también en cuanto al impacto. Como decía buscamos la profesionalización de los proyectos de impacto, y para lograrlo, es necesario contar con una normativa clara. No puede ser que la gente simplemente actúe como le parezca sin un marco regulador.

GN: Cuál es el tu proyecto preferido favorito que ha aparecido en la bolsa social?

FSG: Es muy difícil elegir porque ha habido muchos proyectos realmente hermosos. Lo que resulta especialmente gratificante es observar a tanta gente con un deseo genuino de hacer cosas buenas: proyectos con un impacto positivo en el medio ambiente o iniciativas que benefician a quienes más lo necesitan.

¿Cómo entrar en la Bolsa Social? 

GN: ¿Si tengo un proyecto y me gustaría entrar en la Bolsa Social que tengo que hacer? 

FSG: Puedes contactarnos a través de la web donde tenemos un apartado y entonces lo primero que te vamos a pedir es que nos cuentes tu proyecto

  • ¿Cuál es tu proyecto? ¿De qué va?
  • ¿Cuáles son tus números? ¿Cuál es tu impacto?
  • ¿Para qué quieres financiación? ¿Cuál es la cantidad?
  • ¿Cuáles son tus planes a futuro? Cuáles son tus predicciones a futuro? 

Lo que cualquier inversor te pediría. Vamos a analizar tu proyecto en profundidad para verificar su viabilidad e impacto. Si resulta viable, lo presentaremos en nuestra plataforma y lo difundimos entre la base de datos de la Bolsa Social, compuesta por particulares e inversores profesionales. Al completar la ronda de financiación, formalizaremos el proceso, proporcionaremos los fondos necesarios para hacer crecer tu proyecto, ya sea en recursos, marketing, tecnología u otras áreas fundamentales. A partir de ese momento, trabajaremos contigo para apoyarte en tu continuo crecimiento, ofreciendo seguimiento y respaldo. Nuestro ecosistema está diseñado para proporcionar diferentes tipos de inversores: los particulares que aportarán visibilidad y alcance a un público masivo, los business angels que brindarán mentoría y asesoramiento basado en la experiencia de otros emprendedores exitosos, y los inversores institucionales facilitarán el acceso a acuerdos comerciales de mayor envergadura.

GN: ¿Cuál es la duración media de todo este proceso? 

FSG: El proceso desde el primer contacto hasta completar la ronda de financiación y formalizar el trabajo puede llevar aproximadamente tres meses. Por lo general, transcurren entre 3 semanas y un mes desde que el emprendedor nos contacta y empieza el proceso de proporcionarnos la información hasta que podemos publicar la ronda. Después de la publicación, las rondas suelen tener una duración aproximada de seis semanas a dos meses.

GN:¿El proyecto debe estar ya implementado o puede encontrarse solo en fase de planificación?

FSG: En cuanto a la inversión para buscar socios, preferimos proyectos que ya estén en marcha, con al menos algunos meses de actividad y que hayan generado un mínimo de facturación. Esto se debe a que al abrirnos a inversores particulares, buscamos ofrecerles una mínima seguridad. En el caso del lending, nos dirigimos a proyectos más consolidados, con una trayectoria de dos o tres años, que ya están generando ingresos. En este caso, lo que buscan principalmente es obtener un préstamo o una forma alternativa de financiamiento. 

GN: Y desde el punto de vista del inversor, ¿cuáles son los pasos a seguir para estar en la plataforma?

FSG: Ingresar a Bolsa Social como inversor es aún más sencillo. Al hacerlo, podrás explorar nuestra cartera de proyectos cerrados y aquellos que están actualmente abiertos para inversión. Si encuentras un proyecto que te interesa, simplemente regístrate para acceder a toda la información detallada y al análisis que realizamos.

Para invertir, solo necesitas registrarte y elegir entre los proyectos que más te interesen, equity o lending o los dos. A partir de ahí porás explorar los proyectos abiertos en campaña y decidir dónde quieres invertir y qué cantidad. La transacción se realiza de forma segura a través de nuestra pasarela de pagos online. En el caso de inversiones en equity, te convertirás en accionista de la empresa. Mantenemos a los inversores informados durante todo el proceso, proporcionando actualizaciones sobre su progreso y posibles oportunidades futuras.

En el caso de lending, la experiencia es aún más sencilla. Después de invertir, a partir del siguiente mes, comenzarás a recibir los intereses de tu préstamo y la devolución del mismo. Todo esto se gestiona fácilmente a través de tu billetera virtual en nuestra plataforma, desde donde puedes retirar tus fondos en cualquier momento.

Mafalda Santos
Mafalda Santos
Comunicadora de naturaleza y periodista por pasión. Mi conciencia sobre la sostenibilidad y la preocupación por nuestro planeta surgieron hace algunos años. En esta revista, tenemos el objetivo de ayudar a las empresas a adquirir el conocimiento necesario para volverse lo más sostenibles posible. Estamos comprometidos en construir un futuro más verde y mejor, paso a paso.

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